jueves, 17 de marzo de 2016

GEA

 
Relieve del Ara Pacis en el que aparece la diosa Tellus, la Madre Tierra, flanqueada por los genios del Aire (sobre un cisne) y del Agua (sobre un monstruo marino). 13-9 a.C. Roma.


Gea es la Tierra deificada. Desde época antiquísima tuvo un culto muy difundido con diversos nombres: Madre Universal, Gran Madre, Madre de todos, Madre de la Fecundidad y de la Naturaleza, etc. Simbolizaba el poder que hacía germinar las plantas y era capaz de producir flores y frutos.  La Madre Tierra, la gran diosa de la Fecundidad, fue la máxima deidad en toda la región que bañaba el mar Egeo, y casi seguro, la bañada por todo el Mediterráneo.

   Por su grandeza y dignidad aventajaba claramente a cualquier otra deidad. El ser femenino predomina totalmente en los mitos que corresponden a la época más antigua de la Religión y la Mitología, así pues, era la divinidad femenina la que ostentaba la suprema categoría en época prehelénica. Por muy majestuosa que aparezca la deidad masculina del dios Urano, siempre se pospone en el pensamiento primitivo a la de la Gran Diosa Madre, cuya figura es la fundamental y sólo en calidad de compañeros suyos aparecen los dioses masculinos. Similar tratamiento al de Gea tuvo Nocte con respecto a sus compañeros.

  En esa época prehelénica la naturaleza femenina y maternal de la diosa de la Fecundidad se impone en el pensamiento primitivo. Posteriormente fue desplazada por otras diosas de igual función y de parecida naturaleza, pero de aspecto completamente antropomórfico. Sin embargo, el concepto de la divinidad de la Tierra siempre se mantuvo y son numerosos los ejemplos que se pueden citar a este respecto.

  Completamente diferente es la situación en el reino de los nuevos dioses, llamados olímpicos. En el nuevo estadio las deidades más importantes se vinculan a Zeus, considerado el Padre de todos los dioses y todos los hombres. En el Olimpo los dioses están regidos por la autoridad de Zeus, antagonismo puro con respecto al concepto arcaico de lo divino. Del matriarcado al patriarcado. Esta última mentalidad fue la que cuajó definitivamente, pues con Zeus llegó el orden (desde el Caos) y estableció unos patrones que se mantienen hasta nuestros días.

  Este es sólo un ejemplo, pero podría seguir extendiéndome con otros muchos como la diosa Aruru, la Brillante Madre del Vacío, uno de los muchos títulos de esta diosa de la mitología sumeria, a la que se le atribuye la creación del universo.


  Animo pues, a todo el que quiera hacerlo, a iniciar un debate sobre este interesante tema.

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